Redacción/Infobaja
Cuando uno piensa en Suiza nos viene a la mente el legendario sistema financiero suizo, hogar de reconocidos bancos y refugio de muchas fortunas en este planeta.
Y obviamente nos acordamos de los famosos relojes suizos. Con una tradición que remonta a primicias del siglo XVII, la industria relojera helvética se ha forjado en 400 años una reputación única en el mundo, y que, a pesar de la evolución actual de la tecnología, no deja de sorprendernos. Así, en la era electrónica y digital, aún nos vemos apantallados por el mágico y relativamente primitivo “tictac” de los engranes, escapes y barriletes que compones los relojes mecánicos.
¿Será que nos recuerdan al rítmico latido de nuestro propio corazón? ¿O será la magia de tener un objeto de status, único, en su puño, con vida “propia”, y cuya historia es más que centenaria? Probablemente un poco de los dos.
Tal es el caso de Manufacture Vulcain, una tradicional manufactura relojera suiza, cuyos orígenes remontan al año de 1858. Con orgullo, esta casa centenaria y media lleva el nombre de Manufactura, titulo que pocas casas relojeras pueden ostentar, ya que implica que la casa misma diseña, produce y usa sus propios calibres (así se le llama en el gremio a las maquinaria de los relojes) y no los compra con terceros, como lo hace la gran mayoría de afamadas marcas.
Este es un claro distintivo de alta relojería suiza. Aunado al hecho de ser Manufactura, Vulcain, cuyo nombre proviene del dios romano de los orfebres Vulcano, se distingue por ser el inventor en 1947 del primer reloj despertador de puño del mundo. Su patente, el ahora legendario calibre Vulcain Cricket, revolucionó a la industria relojera en los años cincuenta, y causó entonces furor mundial.
Hoy en día, la casa relojera sigue fabricando exclusivamente relojes despertador mecánicos, basados en las diversas variantes de su calibre Vulcain Cricket, manteniéndose así en el liderazgo mundial de esta peculiar complicación relojera, catalogada como sonería.
Cuando uno piensa en Suiza nos viene a la mente el legendario sistema financiero suizo, hogar de reconocidos bancos y refugio de muchas fortunas en este planeta.
Y obviamente nos acordamos de los famosos relojes suizos. Con una tradición que remonta a primicias del siglo XVII, la industria relojera helvética se ha forjado en 400 años una reputación única en el mundo, y que, a pesar de la evolución actual de la tecnología, no deja de sorprendernos. Así, en la era electrónica y digital, aún nos vemos apantallados por el mágico y relativamente primitivo “tictac” de los engranes, escapes y barriletes que compones los relojes mecánicos.
¿Será que nos recuerdan al rítmico latido de nuestro propio corazón? ¿O será la magia de tener un objeto de status, único, en su puño, con vida “propia”, y cuya historia es más que centenaria? Probablemente un poco de los dos.
Tal es el caso de Manufacture Vulcain, una tradicional manufactura relojera suiza, cuyos orígenes remontan al año de 1858. Con orgullo, esta casa centenaria y media lleva el nombre de Manufactura, titulo que pocas casas relojeras pueden ostentar, ya que implica que la casa misma diseña, produce y usa sus propios calibres (así se le llama en el gremio a las maquinaria de los relojes) y no los compra con terceros, como lo hace la gran mayoría de afamadas marcas.
Este es un claro distintivo de alta relojería suiza. Aunado al hecho de ser Manufactura, Vulcain, cuyo nombre proviene del dios romano de los orfebres Vulcano, se distingue por ser el inventor en 1947 del primer reloj despertador de puño del mundo. Su patente, el ahora legendario calibre Vulcain Cricket, revolucionó a la industria relojera en los años cincuenta, y causó entonces furor mundial.
Hoy en día, la casa relojera sigue fabricando exclusivamente relojes despertador mecánicos, basados en las diversas variantes de su calibre Vulcain Cricket, manteniéndose así en el liderazgo mundial de esta peculiar complicación relojera, catalogada como sonería.
Resalta el carácter confidencial, y por ende único de la marca, debido a su limitada producción que aún sigue siendo principalmente manual. Cada reloj es debidamente numerado, y no extraña encontrarse con números de serie extremadamente bajos, algo que en un mundo globalizado es signo de prestigio y exclusividad.
En Tijuana, Schober Joyeros se honra en ser el embajador oficial de Manufacture Vulcain, y ofrece a su distinguida clientela la colección completa de la manufactura. Entre ellas destacan piezas de diseño moderno y vanguardista, tales como la flamante colección REVOLUTION GMT y DUAL TIME, que revelan por primera vez en la historia de Vulcain un calibre Cricket con marcha automática.
Recién presentadas en el Salón Mundial de Relojería Baselworld 2009, Schober Joyeros ya se enorgullece en presentarlas, en exclusiva, en su debut con la sociedad mexicana, aquí en Tijuana. Con alma y diseño deportivo nos encontramos con la colección GMT X-TREME.
Esta colección conjuga a la perfección su función despertador con un doble uso horario, permitiendo la lectura inmediata y simultánea de la hora local y de 24 ciudades del planeta. Destaca también la colección DIVER X-TREME, un vanguardista reloj de buceo con despertador funcional y audible, ¡aún debajo del agua!
Ambas colecciones se presentan en una imponente caja de 44mm de diámetro, fusionando la tradición con modernos materiales como titanio, oro rojo 18K, caucho o acero. Celebrando sus primeros 150 años de juventud, Vulcain presentó en 2008 su colección limitada ANNIVERSARY HEART, misma que, por primera vez, revela al conocedor por su carátula y fondo transparentes, las 157 diminutas piezas que componen su fina mecánica sonora.
Esta exclusiva colección se presenta en versiones en oro rojo 18K limitado a 50 piezas o en Acero limitado a 150 piezas, ambos disponibles en 3 carátulas diferentes.
Por cierto, un ejemplar de esta pieza fue donada el día de su inauguración al flamante presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, siguiendo así una tradición vieja de 60 años, ya que los anteriores inquilinos de la Casa Blanca, Harry Truman, Dwight Eisenhower, Lyndon Johnson y Richard Nixon fueron asiduos usuarios y amantes de los relojes despertador Vulcain, dándole así a la manufactura el sobrenombre de “El Reloj de los Presidentes”.Vulcain también es una de los pocas manufacturas que todavía mantiene viva la antigua tradición de carátulas en “émail cloisonné” o sea esmalte alveolado con hilos de oro.
Exclusivamente pintadas a mano con pluma de ganso, en un frágil proceso que toma más de 8 días por carátula, las esferas son cuidadosamente horneadas al fuego en cada etapa, para vitrificar las diversas capas de esmalte. Estas carátulas visten de gala a finos despertadores de pulso en oro rojo o blanco 18K en series limitadas a sólo 30 ejemplares a nivel mundial.
Completan la gama Vulcain las colecciones Aviator GMT y Dual Time, de carácter más clásico, sin olvidar el mítico Vulcain Nautical, el reloj de buceo que revolucionó esta joven categoría en 1961, al presentarse con una caja de 42mm, impermeable a 300m, alarma subacuatica y una completa tabla de descompresión legible a través de su exclusiva carátula rotativa. La pieza disponible hoy en día es exactamente similar a su antecesor de hace casi 50 años.
Sin lugar a duda, la mención sume cum laude de cada manufactura va a las piezas que integran un escape regulatorio Tourbillon. Fiel a su filosofía de marca, la colección Vulcain dispone dentro del Vulcain Imperial Gong esta alta complicación, aunado a un calibre alarma de manufactura, deleitando el oído de su dueño de un sonido catedral digno de los más finos relojes repetición minuto.
La colección Vulcain dispone de seis calibres manufactura. Como si tuvieran carácter propio, cada modelo presentado tiene un sonido diferente, dependiendo su resultado de la combinación de diseño de la caja (con o sin fondo de cristal de zafiro) los materiales usados (oro, acero, titanio), o el tipo de calibre (automático, manual).
Sin lugar a duda, hemos descubierto en Manufacture Vulcain a un secreto exclusivo y muy bien guardado. Poder disfrutar y descubrir a estos finos guardatiempos en Tijuana es un privilegio que no hay que desperdiciar.
¡Bienvenidos a Tijuana los sonidos de Vulcain!
Exclusivamente pintadas a mano con pluma de ganso, en un frágil proceso que toma más de 8 días por carátula, las esferas son cuidadosamente horneadas al fuego en cada etapa, para vitrificar las diversas capas de esmalte. Estas carátulas visten de gala a finos despertadores de pulso en oro rojo o blanco 18K en series limitadas a sólo 30 ejemplares a nivel mundial.
Completan la gama Vulcain las colecciones Aviator GMT y Dual Time, de carácter más clásico, sin olvidar el mítico Vulcain Nautical, el reloj de buceo que revolucionó esta joven categoría en 1961, al presentarse con una caja de 42mm, impermeable a 300m, alarma subacuatica y una completa tabla de descompresión legible a través de su exclusiva carátula rotativa. La pieza disponible hoy en día es exactamente similar a su antecesor de hace casi 50 años.
Sin lugar a duda, la mención sume cum laude de cada manufactura va a las piezas que integran un escape regulatorio Tourbillon. Fiel a su filosofía de marca, la colección Vulcain dispone dentro del Vulcain Imperial Gong esta alta complicación, aunado a un calibre alarma de manufactura, deleitando el oído de su dueño de un sonido catedral digno de los más finos relojes repetición minuto.
La colección Vulcain dispone de seis calibres manufactura. Como si tuvieran carácter propio, cada modelo presentado tiene un sonido diferente, dependiendo su resultado de la combinación de diseño de la caja (con o sin fondo de cristal de zafiro) los materiales usados (oro, acero, titanio), o el tipo de calibre (automático, manual).
Sin lugar a duda, hemos descubierto en Manufacture Vulcain a un secreto exclusivo y muy bien guardado. Poder disfrutar y descubrir a estos finos guardatiempos en Tijuana es un privilegio que no hay que desperdiciar.
¡Bienvenidos a Tijuana los sonidos de Vulcain!
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